Creo firmemente que la forma en la que nos acercamos a los distintos sitios o ciudades influye y mucho en las sensaciones que nos provoca.
Ya he dicho en más de una ocasión que soy una enamorada de París, y creo que parte de la "culpa" reside en el modo en qué llegué a ver distintos sitios y paso a explicarme.
Vivo en Sevilla, preciosa ciudad, con sitios emblemáticos y muy recomendable pero que, salvo la Plaza de España y poco más, no tiene grandes ubicaciones, yo suelo en mi entorno decir que Sevilla por tamaño viene a ser como un barrio de París y por lo tanto no es comparable.
Pues bien, la primera vez que visité la conocida Ciudad de la Luz, llegué a sitios famosos a través de caminos indirectos, lo que me permitió sorprenderme aún más y, cuando luego he vuelto con más gente, he procurado crearles en la medida de lo posible ese mismo recuerdo.
Así que, con dicha intención, os dejo por aquí algunos consejitos, por si alguien se anima a seguirlos.
Museo del Louvre y su Pirámide de cristal
Coge la línea 7 del metro y bájate en la parada Palais Royal-Musée du Louvre. Enfrente, ya en la calle Rivoli, verás casi enfrente un edificio antiguo (es el museo), con un arco y una verja, pero que tiene una entrada lateral abierta.
Entra por allí, y cuando cruces el pasillo completamente, te darás de cara con la explanada de la Pirámide.
Plaza de la Concordia y Obelisco
Nuestro punto de partida se situará en las escalinatas de la Iglesia de la Madeleine, a la que puedes llegar paseando desde los boulevares laterales (Madeleine o Malesherbes) o bien con la parada de metro del mismo nombre (líneas 8, 12 y 14).
¿Ya estás allí? Pues mira de frente y podrás disfrutar de una primera vista, en la que divisarás el Obelisco central y la Asamblea Nacional al fondo. Disfruta y ve bajando hacia el monumento poco a poco por rue Royale (casi al final a la derecha podrás ver un restaurante muy muy conocido). Al final podrás ver una de las plazas más bonitas y grandes de París, te dejo como adelanto el obelisco para que puedas descubrir la fuente :)
Sagrado Corazón
Toma la línea 2 de metro hasta Anvers (si quieres aprovechar la visita, en ese mismo boulevard está el famoso Moulin Rouge), y cruza hacia la calle Steinkerque, en la que encontrarás multitud de tiendas de recuerdos turísticos a buen precio.
Cuando llegues al final, estarás al pie de la colina con el Sagrado Corazón arriba del todo. Impresionante, ¿verdad?
Torre Eiffel
Mi última parada será en el emblema de la ciudad y propongo dos opciones distintas, cada con sensaciones diferentes.
La primera nos lleva a tomar la línea 6 del metro y bajarnos en Bir-Hakeim, donde podrás ver el puente que sale en la película El último tanto en París. Si sigues hacia la derecha por Quai Branly, siguiendo la margen del Sena, de pronto te encontrarás a los pies de la torre.
Otra propuesta, es encontrarla de frente buscando una de las postales típicas. En tal caso, llega hasta la parada Trocadero mediante las líneas 6 ó 9, y busca la salida Chaillot. Entonces te encontrarás frente a los distintos museos situados en la esplanada de Trocadero.
Ahora, sólo te queda respirar fuerte, subir unos cuantos escalones, et voilà!!
Por cierto, las fotos están tomadas en pleno mes de agosto, así que pon un paraguas en tu maleta ;)
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