Comer en la ciudad de la luz puede ser bastante caro, aunque es cierto que, gran parte del precio, es probable que vaya a parar al apartado Bebidas.
Opción económica
La opción más asequible es ir a París en verano, en la maleta llevar fiambres envasados al vacío o relleno para sandwich y luego parar en cualquier panadería o supermercado y comprar las baguettes (más grandes que España) y las latas o botellas de bebidas. De esta forma, te puedes parar en cualquier parque o jardín y disfrutar a tu aire de la comida.
Como no es plan de estar así todas las vacaciones, puedes combinar con visitas al McDonald's (o similares) o a diferentes brasseries, que suelen ofrecer menús a precio fijo, más o menos llevaderos.
Buena relación calidad-precio
Al tener ya cierta experiencia con la ciudad, poco a poco hemos descubierto algunos sitios donde comer bien si que nuestro bolsillo sufra excesivamente.
Pizzeria del Arte
Esta franquicia situada en diferentes localizaciones de la capital francesa, es una buena opción por la calidad de su comida, el ambiente de los locales, el trato..., pudiendo incluso pedir vino a precio razonable.
Pizzeria del Arte
Esta franquicia situada en diferentes localizaciones de la capital francesa, es una buena opción por la calidad de su comida, el ambiente de los locales, el trato..., pudiendo incluso pedir vino a precio razonable.
Hippopotamus
Otra franquicia con un carta más variada donde, a decir de mi marido, ponen muy bien la carne. Aunque es un poco caro (entre 20 y 30€ la carne), los platos están bien servidos, tanto en atención como en cantidad y la calidad es buena; para nosotros un solo plato por persona es suficiente.
Otra franquicia con un carta más variada donde, a decir de mi marido, ponen muy bien la carne. Aunque es un poco caro (entre 20 y 30€ la carne), los platos están bien servidos, tanto en atención como en cantidad y la calidad es buena; para nosotros un solo plato por persona es suficiente.
Pizzeria Capri (antiguo Chez Salvatore)
Aunque con las nuevas propietarias parece que el sitio ha perdido un poco de encanto, la comida sigue estando muy buena ya que han respetado la misma carta y la relación calidad-precio está bastante bien, permitiendo que no nos falte un buen Monte Pietroso para acompañar.
Desde 2004 visita obligada cada vez que volvemos, no digo más.
J'go
Este pequeño restaurante ofrece comida de calidad a precios (salvando siempre la bebida) más o menos de buen restaurante español. Recuerdo que nos atendió un camarero de la República Dominicana muy simpático y que probamos principalmente el cordero y estaba muy rico.
Chez Papa
Recomendado por la chica de recepción del hotel, pasamos varias veces por delante y se veía muy pequeño siempre lleno. El día antes de venirnos tuvimos la oportunidad de entrar y resulta que tenía un comedor en la planta superior, así que si os decidís no cometáis el mismo error.
Lo cierto es que fue todo un descubrimiento. Tienen una carta de comida tradicional francesa y con aire peculiar, así que no extrañes si te sirven el guiso directamente en la cacerola donde lo han cocinado. En cualquier caso, incluso si no te gusta (como me pasaba a mi), es recomendable probar el trío de foies: ¡espectacular!
Aunque con las nuevas propietarias parece que el sitio ha perdido un poco de encanto, la comida sigue estando muy buena ya que han respetado la misma carta y la relación calidad-precio está bastante bien, permitiendo que no nos falte un buen Monte Pietroso para acompañar.
Desde 2004 visita obligada cada vez que volvemos, no digo más.
Al estilo parisino
De vez en cuando encontramos referencias o, simplemente probamos, en sitios para gente local y, entre nuestros preferidos, aunque hace ya un tiempo que no hemos podido visitarlos están dos:
Este pequeño restaurante ofrece comida de calidad a precios (salvando siempre la bebida) más o menos de buen restaurante español. Recuerdo que nos atendió un camarero de la República Dominicana muy simpático y que probamos principalmente el cordero y estaba muy rico.
Chez Papa
Recomendado por la chica de recepción del hotel, pasamos varias veces por delante y se veía muy pequeño siempre lleno. El día antes de venirnos tuvimos la oportunidad de entrar y resulta que tenía un comedor en la planta superior, así que si os decidís no cometáis el mismo error.
Lo cierto es que fue todo un descubrimiento. Tienen una carta de comida tradicional francesa y con aire peculiar, así que no extrañes si te sirven el guiso directamente en la cacerola donde lo han cocinado. En cualquier caso, incluso si no te gusta (como me pasaba a mi), es recomendable probar el trío de foies: ¡espectacular!